Antonio Tirado (Lucena del Puerto) no ha cumplido aún los 50 años. Lleva más de la mitad de su vida, desde 1989, dedicándose a los frutos rojos. En sus 13 hectáreas cultiva fresas, frambuesas y arándanos, dando empleo a unos 50 trabajadores en plena campaña. “Si tengo que dejar mi explotación porque no llega el agua no sabría qué hacer”, apunta.
Asegura que “cuesta mucho ponerse en la piel de una persona que lo ha perdido todo, que lleva toda la vida invirtiendo, trabajando, generando empleo”. Actualmente tiene 24 trabajadores a su cargo, que subirán hasta el medio centenar conforme vaya avanzando la campaña. “Casi durante todo el año tengo a trabajadores”. La falta de agua “nos llevará a todos a engrosar las listas del paro”. Lamenta que “no sé hacer otra cosa que no sea esto, labrar la tierra”.
Pero Tirado no piensa sólo en él o en su familia. Se pone en el lugar “de miles de trabajadores del Condado, unos que vinieron de otros sectores a causa de la crisis, otros que se han formado para trabajar con nosotros, o que, como yo, llevan toda la vida”.
Este agricultor es una de todas las piezas que se unen en el sector de los frutos rojos para generar riqueza en el Condado y que ha convertido a esta comarca en una tierra fructífera, cuyo futuro se tambalea ahora por la falta de agua.